Técnicas De Estudio: 9 Estrategias Para Ser Brillante

Técnicas de Estudio: Pequeños cambios hacen la diferencia

Se denomina como técnicas de estudio a un conjunto de estrategias que se implementan para fortalecer la memoria y asimilar de una manera más fácil el conocimiento. Es muy común que las personas no puedan enfocarse a la hora de estudiar, porque no cuentan con una disciplina o no han logrado que su mente pueda captar de manera correcta a la hora de asimilar información.

Por eso, las técnicas de estudio son una solución perfecta para permitir que la atención se centre en un tema particular, profundizar lo que dicha materia tiene para ofrecerte y alcanzar una madurez frente al conocimiento que pueda reflejarse en excelentes notas académicas.

Si sientes que tienes problemas a la hora de sentarte a estudiar, si cuando observas tus cuadernos y libros percibes un extraño malestar que te impide acercarte al conocimiento, entonces con toda seguridad necesitas de un conjunto de técnicas de estudio que te permitan despejar tu mente y tenerla abierta al aprendizaje.

He aquí las 9 mejores técnicas de estudio para hacer de ti el mejor estudiante y obtener los mejores resultados:

  1. Leer desprevenidamente

Esta es probablemente una de las técnicas de estudio más poderosas que existen. Un buen porcentaje del malestar que se genera a la hora de estudiar nace simplemente porque estás bloqueando tu mente, al tener la firme intención de grabar en tu memoria los datos que necesitas tener en claro, para ganar un examen.

¿Qué tal si realizas una lectura menos estresante, menos enfocada en archivar información en tu cerebro? ¿Qué tal si lo realizas con la misma libertad y curiosidad que cuando buscas textos sobre algo que te interesa en Internet? Una vez hayas leído al menos una primera vez el texto, ten por seguro que durante el segundo repaso tu mente captará los datos con mayor facilidad.

  1. Subrayar ideas principales

Precisamente, dentro de este mismo enfoque de las técnicas de estudio, resulta importante ir resaltando aquellos datos que te llamen la atención, aquella teoría o aquellas fórmulas matemáticas que son tan esenciales. Subrayar ideas ayuda a centrarte, contrastando la información a medida que avanzas en la lectura.

  1. Tomar apuntes

Este punto está bastante relacionado con el anterior. Se trata del segundo filtro que debes implementar para que tu lectura y los datos subrayados se concreten en una página que te servirá de referencia, para recordar con mayor sencillez todo lo aprendido.

Si te pones a considerarlo, en estas técnicas de estudio la sumatoria entre la primera lectura, el subrayar y el transcribir, representa lo mismo que leer un texto durante tres veces seguidas. De hecho, la hora de escribir la idea en un papel tu cerebro realiza un esfuerzo extra, por lo que cada palabra queda mejor archivada en tu memoria.

  1. Plantearse preguntas

Es importante también que a medida que aplicas estas técnicas de estudio te vayas cuestionando sobre la información que estás percibiendo. No te enfoques en archivar datos y más datos; permite más bien que el deseo por aprender aparezca. Si no te esfuerzas en retener información ten por seguro que las preguntas te asaltarán.

Si estás leyendo un texto sobre las leyes de la gravedad en la luna, entonces atrévete a pensar por qué un astronauta al saltar no vuela hacia el vacío del espacio. Si la pregunta no se resuelve en el texto, busca la respuesta en Internet.

Puede que esta técnicas de estudio no tenga nada que ver con lo que necesariamente debes aprender, pero al menos mantendrá viva la curiosidad para que tu atención este mejor enfocada.

  1. Mapas conceptuales

Mientras tanto, otra de las técnicas de estudio consiste en crear mapas conceptuales que vayan sintetizando la información que estás percibiendo. Se trata de tomar los datos importantes que vas subrayando y encerrarlos en recuadros o globos, para luego enlazarlos con otra idea.

Por ejemplo, si estás estudiando el sistema cardiovascular, empieza por ubicar el corazón en el centro de la página. De ahí traza una línea para relacionarla con el pulmón y otra con el cerebro. Luego tomas al pulmón y trazas una línea hacia un recuadro, donde explicas cómo tu respiración oxigena la sangre, permitiéndole al corazón mantener un equilibrio.

A la hora de hablar de mapas conceptuales como técnicas de estudio no siempre será necesario que sigas rígidamente lo que implica un mapa conceptual. Puedes relaciones con líneas y recuadros, trazando una ruta. Lo importante es que tu mente se haga una idea general con ideas sustanciales.

  1. Dibujar

Ya a partir de este punto sobre las técnicas de estudio se empieza a trabajar desde aspectos relacionados con la asociación de ideas para así fortalecer a la memoria. Por ejemplo, una buena alternativa consiste en realizar dibujos que le permita a tus neuronas establecer relaciones.

Aunque se trate de un pequeño triangulo, una flor o una carita feliz, este detalle logrará que generar en tu mente una sensación que se archivará con el concepto que estás asimilando.

  1. Mnemotecnia por palabras

La otra opción de técnicas de estudio, que también se enfoca en relaciones, consiste en utilizar palabras. Si el tema que estás estudiando es sobre fuerza hidráulica, piensa en la escena de cómo al intentar comprimir el agua, ésta desata una tensión poderosa. Relaciona esa tensión con la palabra “insoportable” y agrega una breve descripción: “el agua no puede comprimirse porque es un líquido”.

Puedes utilizar palabras más cortas, por ejemplo, transformar a “insoportable” en “inso”, lo mismo que con la descripción. Conclusión: el resultado final de esta técnicas de estudio queda en algo así como: “inso: agua no comprimible”.

  1. Grupo de estudio

En este caso sobre las técnicas de estudio, la sugerencia es que cuentes con varios amigos con los cuales integrarte a estudiar. Pero a estudiar: no a tomar el pelo o terminar viendo películas en Netflix. Estudiar con amigos permite generar una atmosfera más divertida a la hora de asimilar conocimientos, siempre y cuando se mantenga un dialogo constante sobre el tema.

Es decir, empezar a realizarse preguntas entre todos o darle emoción a cada idea que alguien considere interesante resaltar. Establecer un grupo de estudio también ayuda a que se subdividan los temas, ya sea en párrafos o en apartados, de modo que al final cada estudiante ofrece una idea resumida sobre lo aprendido, realizando una exposición clara y sustancial.

  1. Mantener un horario

Y por supuesto, la última de estas técnicas de estudio a respetar consiste en mantener un horario exclusivo para estudiar. Igual que cuando decides tener un tiempo específico para ver TV o estar con tus amigos, establece una o dos horas diarias para consagrarte al conocimiento.

A través de la incorporación de estas técnicas de estudio lograrás resultados sorprendentes que catapultarán tu nivel de absorción del conocimiento a otro nivel. Tu nivel académico mejorará y serán mayores las opciones de acceder a becas universitarias. Anímate a incorporarlas a tu rutina de estudio y prepárate para el progreso. ¡Muchos éxitos!

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